Yuri Bezmenov Subversión ideológica y marxismo cultural
Yuri Alexandrovich Bezmenov (en ruso: Ю́рий Алекса́ндрович Безме́нов: ; 1939 – 1993), conocido por el alias Tomas David Schuman, fue un periodista soviético para RIA Novosti y un anterior informante del PGU del KGB que desertó a Canadá.
En una entrevista en 1984, Yuri Bezmenov, ex agente de la KGB, expuso operaciones de inteligencia social de la Unión Soviética en el extranjero y de cómo el aparato comunista se apodera paciente, pero brutalmente de la conciencia de un país.
Dio un detalle revelador. El énfasis principal de la KGB no está en absoluto en el área de inteligencia. Solo alrededor del quince por ciento del tiempo, el dinero y la mano de obra se gastan en espionaje como tal. El otro ochenta y cinco por ciento es un proceso lento que llamamos subversión ideológica, o medidas activas, o guerra psicológica.
Lo que básicamente consiste en cambiar la percepción de la realidad de cada persona a tal punto que, a pesar de la abundancia de información, nadie pueda llegar a conclusiones sensatas en aras de defenderse a sí mismo, a su familia, a su comunidad y a su país. Es un gran proceso de lavado de cerebro que va muy lento y se divide en cuatro etapas básicas.
El primero es la desmoralización. Se necesitan de quince a veinte años para desmoralizar a una nación. ¿Por qué tantos años? Porque este es el número mínimo de años que se requiere para educar a una generación de estudiantes en el país objetivo expuestos a la ideología del enemigo. En otras palabras, la ideología del marxismo-leninismo está siendo inculcada en las mentes blandas de al menos tres generaciones de estudiantes occidentales sin ser desafiada o contrarrestada por los valores básicos del americanismo o del mundo occidental.
¿Cuántas veces vemos periodistas, artistas, deportistas, personalidades de la sociedad convertirse de acérrimos detractores a acérrimos defensores de éstos regímenes totalitarios antidemocráticos? Yuri Bezmenov los explicó con total claridad.
Sus instrucciones eran específicas: No utilizar los los idiotas útiles, los izquierdistas que creen idealmente en la belleza del socialismo soviético o el comunismo. Porque cuando se desilusionan, se convierten en los peores enemigos.
Es por eso que los instructores de la KGB siempre eran muy directos: “nunca se molesten con los izquierdistas y apunten más alto”. Esta fue la instrucción del KGB. Tratar de obtener una amplia red de contactos de alto nivel en los medios conservadores establecidos. Llegar a los cineastas asquerosamente ricos, a los intelectuales, a los llamados círculos académicos, a todas esas personas cínicas y egocéntricas que pueden mirar a los ojos con una expresión angelical y decir una mentira. Estas son las personas más útiles de reclutar. Lo ideal es captar a personas que carecen de principios morales y codiciosas o que adolecen de vanidad. Aquellos que necesitan sentir que importan mucho. Estas son las personas que la KGB priorizaba reclutar.
La siguiente etapa es la desestabilización. La fase de desestabilización se centra en adaptar la economía, las relaciones exteriores y los sistemas de defensa a los intereses soviéticos. Yuri Bezmenov enfatizó la importancia de utilizar las organizaciones de mayor credibilidad para la sociedad, con mayor influencia y alcance: los organismos de derechos humanos, periodistas de referencia, artistas, deportistas. Estos serán los catalizadores de esta fase. Pero más allá de esta fase, estos actores sociales ya no serán necesarios, e incluso podrán ser perjudiciales para el movimiento de resistencia.
La tercera etapa es la crisis. Puede llevar solo seis semanas llevar a un país al borde de la crisis. Y después de la crisis, con un cambio violento en el poder, la estructura y la economía, tienes el período de la llamada normalización que durará indefinidamente.
La cuarta etapa es la normalización. La normalización es una expresión cínica tomada de la propaganda soviética. Cuando los tanques soviéticos se trasladaron a Checoslovaquia en el 68, Brezhnev dijo: “ahora, hermanos, Checoslovaquia está normalizada”. Esto es lo que sucederá en Occidente si se sigue permitiendo a los idiotas que prometan todas las bondades y el paraíso en la tierra, para así, desestabilizar la economía, eliminar el principio de libre competencia de mercado, y poner un gobierno tipo “Gran Hermano” con dictadores benévolos que prometerán muchas cosas, sin importar si se cumplen o no. Irá a Moscú a besar los traseros de la nueva generación reciclada de asesinos soviéticos. No importa. Creará falsas ilusiones de que la situación está bajo control.
Pasmado, atónito, ante estos dichos el periodista Edward Griffin preguntó a Yuri Bezmenov: Bien, ¿entonces qué hacemos? ¿cuál es su recomendación para el pueblo estadounidense?
“Lo inmediato que me viene a la mente, por supuesto, debe ser un esfuerzo nacional inmediato y muy fuerte para educar a la gente en el espíritu del verdadero patriotismo, número uno. Número dos, explique el peligro real del ser socialista, comunista, cualquier estado de bienestar, gobierno de hermano mayor. Si la gente no logra comprender el peligro inminente de su desarrollo, nada podrá ayudar a los Estados Unidos. Puede despedirse de sus libertades, incluidas las libertades de los homosexuales, los reclusos, toda esta libertad se desvanecerá, se evaporará en cinco segundos, incluida su preciosa vida”.
Occidente debe ser consciente y convencerse de que el peligro del totalitarismo es real. Y nuestro rol como ciudadanos democráticos, responsables y conscientes de que la libertad no es un bien dado por hecho ni gratuito es exigir a nuestros gobiernos que no mantenga colaboraciones, apoyos ni políticos ni económicos con ningún régimen totalitario antidemocrático de tinte imperialista.
No sé ustedes, pero yo creo que la argentina tiene muchos motivos para prestar atención a Yuri Bezmenov…
Nota: Gracias a Chad por compartir en su X el video completo