Edificios nuevos
Tongo para tirarte abajo una casa antigua y montarte un edificio. Muchos edificios, muchos tongos de construcción.
Los amigos construyen los edificios con los permisos miti y miti, pero no calculan que esas construcciones nos traerán ciertos excesos: el exceso de gasto energético, el exceso de tránsito, el exceso de ruido, el exceso de mierda en las cloacas, el exceso de basura en todo el barrio.
Bajo la idea de “progreso”, te dicen: “¡Aguanten los edificios con diseño soviético!”.
Es que, claro, nada mejor que ganar con los intereses de créditos, de préstamos, de pagos exprés para habilitaciones. Ganar a como dé lugar, incluso con las baldosas y los canteros de la puerta.
“La ciudad crece”, te dicen orgullosos, mientras perpetran el daño.
Después viene la mejor parte:
Cuando la luz no alcanza para todos los vecinos, te aumentan los impuestos y culpan al gobierno nacional.
Cuando el tránsito es un caos, te cobran para poner carteles de desvíos. Le pagan al munipa, que disfrazado de guardia urbana, te desvía mal el tránsito. Como aman las “soluciones”, te aumentan el ABL para costear las cámaras de multas ilegales y, de bonus, te hacen bicisendas para que “dejen de usar autos que hay mucho tránsito”.
Cuando el ruido es insoportable, te militan la Agenda 2030 y la “paz ambiental”. ¿Cómo negar la pauta para la radio ambiental que vende cepillos de bambú?
Cuando las cloacas se desbordan, te dicen que la culpa es de los que tiran basura en la vereda. Así que ahora vamos a imprimir bolsitas con el dinero de los impuestos que digan: “Mantenga limpia Buenos Aires” (miti miti con la imprenta, obviamente).
Cuando la basura desborda por todos lados, la culpa la tienen los “mugrientos” que la tiran fuera de horario.
De multiplicar la cantidad de veces que pase el camión no se habla. Es que “hay que ahorrar para comprar tachos con nuevos diseños sustentables”.
Eso sí, el camión que limpiaba con agua a presión ya no pasa más. “Hay que ahorrar agua”, dijo la Agenda 2030, y las ratas que ya parecen gatos, aplaudieron en la puerta del edificio nuevo.