No solo nacen así siendo los frutos colgantes de un bello árbol sino que también, cada semilla negra que lleva en su interior, tiene el potencial de crecer -como crecen las cosas destinadas a ser bellas- y ser un nuevo árbol.

También se pueden usar para sustituir a las esponjas de cocina y limpiar toda la casa, con algo más sano para esta tierra.

Hay poesía en lo que escribo.
Y hablo también, de algunos argentinos.

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