Los bufones estatistas

Políticos que saltan de partidos como quien se cambia el par de medias. Políticos que votan contrario a lo que prometieron en campaña. Políticos que pervierten cualquier principio noble si eso les permite seguir un tiempo más en carrera.
Movidos por la avaricia, por el rencor y por el oportunismo, degradan la política al por mayor.
Entre esos personas nefastos tenemos a Talé Ricos. Ella, es la nueva Carrió kuka de la política.
Ella, ocupando el lugar de la colifa jubilada, se une al Perro para hacer lo mismo de siempre: operar al mejor postor, apareciendo en período electoral.

¿Cuál es la función de estos políticos? Dividir al electorado tirando basura sobre los demás para cansar a las personas. Se presentan con voces bajitas, con esos modos tan propios del buenismo como si no tuvieran maridos o amigos corruptos.
De esa manera, como las sanguijuelas del poder que son, a base de señalar a los demás y operando en medios, logran perpetuarse en la política pasando casi desapercibidos.

Saben que no ganarán elecciones, pero si operan lo suficiente, se pueden asegurar sus bancas, que es lo único que les importa. Sus bancas les perite tener su séquito de asesores estatistas, que repiten sus mismos mantras mentirosos.
La parte que no te dicen es que son los mismos que, cuando asumen bancas, les dan quórum a los K para perjudicar al pueblo. Son los que “misteriosamente” se ausentan cuando las votaciones son importantes.
La gente los vota creyendo que votan “lo menos malo”, sin darse cuenta de que están votando a funcionales a los K.

Gracias a personas del centro como estas -los lustó, los larretas, los stolbizer, los mazot, los manes de la vida etc.- que te vendieron buenos modales y falsa república quedando bien con Dios y con el diablo; es que estuvimos padeciendo a los K hasta hoy.
Sí, los K no se perpetuaron durante años por cuenta propia; además, contaron la colaboración de esta clase de operadores políticos que se sumaron al daño.

Operan para sus propios fines, auspiciados por empresarios que pagan su tiempo de aire en los medios.
No les interesa la república, la democracia, ni el bien del país, ni vos ni yo, solo tener una banca o un puestito para vivir del Estado.

No son más que bufones del estado. Quien no quiera verlo, cargará con la responsabilidad de tirar su voto en estos seres tan hipócritas como traicioneros.