Esperanza en Modo indicativo

Cuando soplan vientos de cambios
es normal los nervios en el estómago,
el insomnio esperanzado,
y las oraciones largas en un space.

Cuando anda suelta la Esperanza
a veces, se te cruza un K en el tren.
Viene con los patitos mal enderezados
y con los gritos típicos, del que no ve.

Y entonces, te dan unas ganas incontenibles
de romper las puertas y patear las sillas,
de recortarle los derechos y recontra putearlos, de por vida.
Pero mejor no; ya sabemos
no es ese el camino.
Mejor
no.
No se apropiarán de la palabra “Libertad”
para asociarla con “impunidad” y hacer sus injusticias.
Esta vez
NO.

Frente a la ciega necedad del intolerante,
que tu alma se entretenga
conjugando verbos en indicativo:
“ajustar”
“cerrar”
“privatizar”.

Porque cuando anda suelta la Esperanza,
es normal tranquilizarse
haciendo cosas buenas, que nadie ve.

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