El vuelto de lo que das
Estaban acostumbrados a ver a sus padres decir cualquier cosa en la tele y que no les cayera nunca el vuelto, pero esta es otra época en donde todos estamos conectados con todos y todo vuelve, y mas si sos mala leche.
— Hippies con Osde (@HippiesConOsde) December 20, 2024
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Como ya se sabe, además de osito soy mujer y mi contenido en su mayoría es político.
Un violento, un mentiroso o un soberbio dura en mi cuenta lo que un pedo en una canasta. A ellos le da lo mismo mi sexo, dicho sea de paso.
Así que no, decir que por ser mujer y hablar de política me insultan más, no sería cierto. De hecho nadie me insulta a mi sino a la interpretación que hacen de mis textos.
Por otra parte cada quien tiene su mambito en el marote ¿no?. El mío es no usar mis palabras con la intención de hacer daño.
Mis palabras son cosa seria para mi. Porque siento que son un don que Dios me dio. Mal usarlo es dañar mi propia alma, que es lo más valioso que tengo.
Sin alma, no puedo disfrutar plenamente y aprender lo importante de todo lo demás; como mi hijo, mi familia, mi vida.
Además de tener en cuenta ese principio, mis textos están pensados, corregidos y vueltos a corregir antes de publicarse.
Hasta el post más casual en mi cuenta pasa por un filtro:
El filtro de la responsabilidad que implica mi libertad de expresión.
Porque claro, tengo derecho de expresar mis ideas pero decir lo primero que venga a mi mente sin medir las consecuencias sería ser idiota.
Escribo siendo consciente de que me leerá gente que no coincidirá conmigo y que tienen su derecho de reaccionar a lo que escribo. Obviamente porque elegí escribir públicamente.
Por otra parte de dos años (y más) a esta parte, muchos nos inflamos las pelotas de las ideas woke y del socialismo.
Porque confirmamos científica, social, espiritual y hasta económicamente que son ideas dañinas para la humanidad y nefastas para el alma humana.
Si te gusta hablar y defender esas ideas y encima, lo haces públicamente sin ningún tipo de filtro, atacando, denigrando y difamando a otros, estás en tu derecho. Pero bancate el vuelto.
Pobre el alma que obre de esa forma…
Ojalá el próximo año encuentre a algunos personajes entendiendo la diferencia entre “libertad de expresión” y la soberbia de decir cualquier estupidez esperando no tener consecuencias.
Y si te vas a ir de vacaciones tres meses con la que juntaste a base de operar contra otros -porque ya te confirmaron el currito del próximo años-, disfrútalo mientras puedas.
No te pongas en víctima -como todo buen socialista- porque si además de todo, echas la culpa a otros de los propios desaciertos, solo confirmarás lo profundamente negador y patético que podes ser.
En fin, que ni el teclado ni el micrófono le dan impunidad a nadie en este mundo.
El uso que le demos a los mismos volverá al alma -hasta del más cancherito “hijo de”- para saldar las cuentas.
Todo lo que das vuelve.