Puede no gustarte Milei. Te juro que lo entiendo.
Lo entiendo porque hay que tener mucho coraje y elasticidad mental para abandonar las ideas que uno apoyaba a la luz de verlas transformadas en fracaso.
Algunos por interés, otros por terquedad. Lo cierto es que eligen repetir errores y no salirse de sus esquemas mentales.

Puede no gustarte Milei. Te juro que lo acepto.
Javier no es para cualquiera.

Ayer, viendo cómo era recibido en EE.UU., escribí un post pequeño, de esos que tienen alma.
Recordé al presidente cuando no era ni diputado: su lucha por hablar de la libertad, su corazón para dar batalla. Recordé a aquel hombre esperando un taxi y me emocioné viéndolo hoy, tan reconocido por tantos pueblos del mundo.
Así que esa emoción la traduje en un pequeño post para felicitarlo, hablando del orgullo y del agradecimiento que sentí al ver el nombre de nuestro país ser tan aplaudido.
Y parece que no solo yo hice ese recorrido del pasado a ahora, porque, fíjate, unos cuantos se expresaron en la misma sintonía en mis comentarios.

Pero también, como era de esperarse, leí odio, rencor y soberana hijaputez.
Sí, porque de verdad que hay que ser una porquería de persona para escribir comparaciones mediocres, insultos a su persona, críticas a su atuendo o su peinado, para minimizar el tremendo logro de un Profesor de economía.

Puede no gustarte Milei, pero hay que ser un deforestado mental —por no decir un discapacitado afectivo, cívico y patriótico— para no reconocer que te representa bien una persona.
Viendo que importantes líderes lo aplauden, que personas de las más distintas nacionalidades y profesiones buscan acercarse para conocerlo y, al menos, obtener una foto con él. De verdad, creo que hay que ser un envidioso resentido de nivel supremo para no ponerse contento por ver al presidente argentino ser así de aplaudido.

“Macri también fue así de reconocido.”
“A Cristina también le sacaban fotos.”
¡Qué nefastos!

De los K, sinceramente, vaya y pase, porque ya sabemos la porquería que son.
Pero que militantes Macristas me vengan a decir que soy “Lewinsky” por felicitar al presidente de TODOS los argentinos no hace más que confirmar el fraude retroactivo que el PRO está haciendo a la Argentina.
Si. De aquel partido que venía jurando “cambio”, de aquel partido que se decía “militancia superior y respetuosa”, de aquel partido no ha quedado NADA.

El PRO es un fraude retroactivo y dan cuenta de ellos cada uno de los insultos en mis comentarios.
Repito, Macristas insultándome por felicitar al presidente argentino -republicano, federal, respetuoso de nuestra constitución y elegido democráticamente- al recibir reconocimiento internacional.
Ahí los tenés, a los que se creen tan distintos y son exactamente lo mismo que el más bajo de los K.

No solo lo aplauden a él, imbéciles.
Aplauden nuestro esfuerzo y nuestra inteligencia al animarnos a cambiar por las ideas de la libertad, que, en definitiva, son las únicas que nos funcionaron para dejar de ser gobernados por chorros y tibios cómplices.

No lo aplauden solo a Javier y a su equipo.
Nos aplauden a todos los argentinos, cuando aplauden a NUESTRO presidente.
Incluso a ustedes, aunque sean el fraude retroactivo argentino más grande de los últimos tiempos.

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