Diana Mondino: de Leal defensora a recortes con insultos.
Desde antes de que Javier fuera presidente, escuché entrevistas a Diana Mondino defendiendo, como muy pocos hicieron, las ideas de la libertad. Cuando supe que Javier la había convocado para su equipo y, luego, ya en su tarea de canciller, difundí muchas de sus cosas. Vi cómo se reunió con empresarios, cómo sentó las bases para abrir camino a los emprendedores argentinos en el exterior y vi también cómo pasaron de adorarla a insultarla porque alguien determinó que así debía suceder.
Yo, jamás, nunca me enteré, a ciencia cierta, de qué fue lo que pasó para que ya no esté. Pero sí sé que Javier dijo que todos los puestos cumplirían una tarea en la que son especialistas y que, si en otra etapa se necesita alguien con otro perfil, él no mantendría un ministro solo por cariño.
Mi intuición me dice que Diana se apartó de acuerdo con el presidente y que fue necesario que eso sucediera porque, para lo que vino después, su perfil era distinto, demasiado honorable para ciertas tareas. Como te dije, es mi intuición, y no tengo absolutamente ninguna prueba; es una sensación que tengo.
Diana es una de esas personas que, si tiene que defenderse, entiende las redes como nadie y, si el presidente realmente hubiera sido injusto, le hubiera faltado el respeto o la hubiera “echado” violentamete realmente, sin dudas, Diana ya se habría defendido contando lo sucedido. Yo, al momento en que escribo esto, no solo no sé qué fue lo que sucedió, sino que nadie me dio una respuesta convincente es más, he escuchando elogios hacia ella de Francos y cariño de legisladores. Solo sé que la persona que la reemplazó tiene contactos que dudo que Diana tenga y también que yo zanjé el tema cuando el presidente lo hizo terminante.
Lo cierto es que mi regla es básica: “Te respetaré hasta que me demuestres lo contrario”. Así fue como me comporté en las redes, siempre. Aquellos a los que encontré faltando a la palabra de defender los principios libres (propiedad, vida y libertad), automáticamente no los difundí más. Y si he levantado la voz de mis palabras en su contra, fue en modo de defensa, como con Pagano o Victoria yendo contra la libertad de expresión.
Con Diana me mantuve igual; mi respeto como persona liberal sigue intacto hasta hoy. Por eso, cuando tres oportunistas sin historial liberal salen a insultarla, se me revuelven las tripas.
¿Se acuerdan de los tiempos en que le decían a Lilia que era una puta ignorante, “callate petera”, “cerrá el orto y no hables pianta votos” y demás barbaridades? Yo me acuerdo perfectamente, porque a los poquísimos “pelotudos” “infiltrados” “ignorantes” “liberal de café” etc., que levantábamos la voz para pedir respeto y libertad, mientras todos aplaudían los romances de novela de Pagano, también nos insultaron y ningunearon por defenderla. Hoy son todos limonistas y las barbaridades que aguanté me pusieron del lado correcto de la vida libre. Yo hice lo correcto en esos tiempos.
Alzar la voz por el respeto, el proyecto de vida del otro y la libertad es SIEMPRE no cuando me conviene.
Si por decir que se están pasando tres pueblos con Diana Mondino, otra vez tengo que aguantarme insultos, a las máquinitas comentando comentando para desacreditarme y puteadas por privado, solo por pedir respeto y libertad por el proyecto se vida de otro, a mucha honra los insultos.
Y si, así como hay libertad para insultarla también hay libertad para enfrentar a un mal educado injusto y oportunista.
Para mí, Diana, no está en el gobierno, pero sigue siendo “de las nuestras” y si veo que los zurdos la recortan, que la putean sin ver toda la entrevista, que quienes defendieron a Victoria porque convenía van contra ella sumando odio también conveniente, y veo que la oposición usa el tema para ir contra el presidente -cuando si mirás al entrevista entera NO fue así- para mi, es fácil elegir de qué lado debo pararme.
Mi corazón poeta sueña con verla de nuevo, codo a codo con el presi, porque nada he disfrutado más que ver a ambos “domar kukas”. Mi esperanza dice: “Si hizo tabula rasa con Bullrich, claro que puede hacer tabula rasa con Diana” y con cualquiera.
En fin, dicho esto, resultó que veí esto:

Este medio, en mi mundo, es un medio operador del mejor postor. Y si hay algo que le encanta a cierto partido político, es pegarle al presidente y armar operetas.
Cuando vi esa nota, pensé que Diana Mondino es de Córdoba y muy querida, por cierto, la Libertad Avanza (LLA) inscribió una alianza con el Frente Cívico, el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) y la agrupación Primero la Gente. Afuera quedaron Pro y la UCR, que están con problemas judiciales. ¿Será que, en este contexto, hay que mantener a Diana lejos del cariño de la gente que milita por Javier? ¿Será que alguien no quiere a Mondino como senadora, gobernadora o cerca de Javier?
Pero, volviendo al tema y dejando mis especulaciones sin fundamento de rosca política barata, un rato después de ver el tema, vi cómo en las redes aparecieron cuentas de 60 seguidores a insultar a Diana. Y basta escribir “libra” en mi X para que aparezca gente “muy amable” a comentarme cuando nunca lo hacen.
También vi cómo gente que no se caracteriza por ser pensante, sino más bien por seguir órdenes y tuitear lo que da visibilidad, también se unía al escarnio contra Mondino.
Y bueno, era obvio que algo tenía que hacer. Así que fui a ver la entrevista completa, jurándome a mí misma que mantendría mi mente abierta.
Y sí, efectivamente era la Diana de siempre. La misma que es capaz de dar vuelta el punto de vista y darte ejemplos para que entiendas el punto. Extrañaba escucharla.
Y es una pena que el entrevistador estuviera tan sesgado por la pauta de la Administración Pública Catarí, entre otros poderes y que no la dejara hablar.
Cuando terminé de ver toda la entrevista, volví a ver lo que habían recortado acá maliciosamente. Y, pese a que podrías llegar a quedar muy mal por defenderla, yo sentí que era lo correcto. Y esto fue lo que escribí:
O Javier publicó el tuit de Libra por inocencia, porque otro se lo recomendó, él confió y quedó como un chorlito; o, la otra opción, es que especuló. Si fuese esto último, eso lo sabe solo él: ni yo, ni aquel, ni el periodista, ni el K, ni nadie. Repito: él, en su fuero íntimo, es el único que sabe exactamente cómo fue la cosa.
Yo elijo creer que él, en su afán de difundir ideas libres como siempre hizo, actuó de inocente. Así que ustedes piensen lo que quieran.
¿Quieren, sin tener pruebas, pensar que especuló para acusarlo? Bueno, háganlo. Yo no lo sé.
Sigo. Si quieren decirle que está loco, ¡sí, está loquísimo! Y mirá todo lo que logró. Hay que estar recontra loco para ponerse en los hombros un país hecho pelota e intentar arreglarlo, sabiendo que lidiarás no solo con la mierda de enfrente, sino con la bosta oportunista que se te acerque.
Por cierto, él ama a sus perros. Los perros tan grandes me dan un montón de miedo, no me gustan, me hacen transpirar las manos. Yo tengo una gata que a Javier le encantaría; tiene los mismos colores que sus perros.
—¡Oh! ¡Qué barbaridad! ¡Mirá lo que dijo Potus! ¡A lincharla! Pero primero vamos a recortar todo lo que dijo para generar el odio correspondiente. No sea cosa que en Córdoba se vuelva importante o que Javier quiera llamarla de senadora y nos cague los planes:
—Potus dijo que Javier es un tonto o un corrupto.
—Potus dijo que Javier está loco.
—Potus habló mal de los perros del presidente.
¡Listo! ¡A agarrar sus picos y sus palas! ¡Vamos a matarla, a la hoguera con Potus!
Moraleja: si buscás lo bueno en los demás, lo encontrarás; si buscás lo malo, también lo hallarás. Lo más difícil es no apresurarse y hacer juicios sin tener toda la información, solo por basarse en los dichos de otros.
Por cierto, hay que ver las entrevistas completas —y sin mala leche— para darse cuenta de cómo son capaces de recortar las partes que no les convienen para generar odio.
Hay que tener unos huevos altísimos para enfrentarse no solo a un entrevistador cuyo programa es de “peleas”, sino a tres interlocutores (un ex banco central, una feminista y un director del Instituto Adam Smith) y, además, responderle a todo un público zurdo sus preguntas malintencionadas.
En un contexto tan violento, en que ni hablar te dejan, hay que tener un coraje importante para dar la batalla -en la boca del lobo- defendiendo las ideas libres y defendiendo aún las medidas de un presidente, sin ser parte de su gobierno.
Sepan que los que obren mal, sabiendo que están manipulando a otros para sacar rédito político o congraciarse porque les conviene, tarde o temprano, la van a pagar.
La vida siempre acomoda todo.
Dije lo que ella misma dijo en el video recortado, pero claro, desde la tranquilidad de mi escritorio y leyendo desde una pantalla, es fácil. La historia cambia cuando tenés a la mismísima inquisición enfrente y no solo sos una contra cuatro, sino una contra todo el auditorio para defender las ideas de la libertad.
Si Diana está operando contra Javier, o si es La Nación, pagada por intereses internacionales para generar discordia y hacer que un canal zurdo tenga más visualizaciones para posicionarlo mejor, o si los que operan son los bullrichistas que ven como amenaza de senadora a Diana, o si son los del PRO que la quieren en sus filas y usan esto para decirle “fijate como te odian los libertarios vení con nosotros” o, si son los que aspiran a gobernador de Córdoba que vieron una oportunidad para dejar mal parada a una posible competencia… yo no lo sé.
Lo que sí sé es que en esa entrevista vi a alguien que no pertenece a este gobierno sentada en la boca del lobo, defendiendo no solo las ideas libres, sino el proyecto de mi presidente, mientras la atacaban.
Y eso, es mucho más honorable de lo que vienen haciendo Pagano e incluso Victoria, por nombrar solo a dos, de quienes están cerca del presidente y que más vale perder que encontrar.
Finalmente para dejarlo claro: mientras los zurdos y los totalitarios insulten a un liberal o un libertario que yo respete, alzaré la voz porque hacerlo, es hacer lo correcto para mi. Los insultos que me gane de sometidos, cobardes u oportunistas, valen cero. Después de todo, quienes dudan de mi lealtad -de nuevo- me tienen sin cuidado; mi contenido y mis actos -a diferencia del de muchos “fieles”- hablan por si solos.