Existe el Instituto geográfico nacional dependiente del Ministerio de Defensa. Nació como la Oficina Topográfica Militar el 5 de diciembre de 1879.
Fue como consecuencia de la Expedición al Desierto que Julio Argentino Roca, entonces Ministro de Guerra y Marina del Presidente Nicolás Avellaneda, creó la mencionada Oficina y puso a cargo de la misma al Tcnl. Manuel J. Olascoaga. De este modo, la “Oficina Topográfica” nació como respuesta a la necesidad de reconocimiento del territorio nacional creada por el avance de las fronteras.
A principios del año 1904, luego de un necesario proceso de reorganización acorde con las misiones que se le fueron asignando, adopta la denominación de “Instituto Geográfico Militar”
Sus logros afirmaron la importancia de la especialidad y en 1918 el Estado Nacional le asignó la responsabilidad de la elaboración de la cartografía oficial del territorio nacional y la realización de los trabajos geodésicos para apoyar la actividad civil, además de la militar.
¿y, Potus?
Que los técnicos del IGN están en la Antártida actualizando la cartografía del continente con imágenes aéreas utilizando drones.
Una labor colaborativa entre el “Instituto Geográfico Nacional”, el Comando Conjunto Antártico y la Dirección Nacional del Antártico
Conocer la composición del suelo es crucial para decisiones sobre agricultura y conservación del medio ambiente entre cosas.
La información que esas personas están recolectando con tanta dedicación, podemos verla en la web
Ellos también, entre otras cosas, son los responsables de IG-GIRD “Información Geoespacial para la Gestión Integral del Riesgo de Desastres” que podés ver en estos mapas
Ambas web muestran mucha información distinta pero las podes navegar igual, haciendo clic en las capas de la izquierda
Dicho sea de paso, toda esta información ayuda a todo el planeta Tierra porque es fundamento para sistemas de información geográfica, y proyectos que necesiten datos espaciales de este tipo.
Las aplicaciones de esta información no tiene límites, puede ser información para material educativos, para Universidades no solo nuestras sino de otros países, para académicos, para proyectos que dependen de la tierra, tiene un sin fin de usos nobles como gps, y nuevas apps, etc.
Si lo sé, estas cosas no venden en los medios. Pero qué se yo, las manos frías de unos poquitos argentinos trabajando con esperanza para beneficio de todos, al menos a mi, no me pasa desapercibido.
