Crumble de queso
¿Viste cuando tenés antojo de algo bien quesoso pero son las once de la noche, no hay nada abierto y la premezcla para chipá que tenés en el fondo de la alacena, con su textura chiclosa y sabor intenso a curita usada y boxer sucio, no te convence?
A mí me pasaba muy seguido y siempre a altas horas de la noche o la madrugada, porque es cuando suelo trabajar y mi cerebro de pone exigente y sobretodo exquisito.
Un día de esos inventé este crumble que es casi tan versátil como la papa y acá te dejo la receta y el formato en el que más lo suelo preparar:
En ingredientes vas a necesitar:
- 60g de manteca fría
- 90g de un queso duro rico (reggianito, sardo, parmesano, etc)
- 100g de harina 0000 (sin leudante)
En elementos:
- Un bol grande
- Rallador
- Balanza de cocina
- Un aro o cintura de diámetro a elección
- Una placa para horno
- Papel manteca, plancha de silicona o tela teflonada
Es ideal para usar como topping en tartas, lasagnas, pasteles de papa, panes y cualquier horneado que admita un gratén crocante de queso encima. En este, como scones, es imbatible.
Hacelos, no necesitás agradecerme después.
