La Agenda Oculta: Cómo Manipulan a Argentina y al Mundo

0

En febrero de 2024, un poderoso Space en X permitió a personas de todo el mundo hacerle preguntas al presidente Nayib Bukele. En esa charla, Bukele advirtió sobre un patrón que se repite cuando alguien intenta desafiar el statu quo:

  1. Primero, la oposición utiliza los medios para desprestigiar al líder que busca el cambio.
  2. Luego, bloquean sus iniciativas en el Congreso para impedir reformas.
  3. Finalmente, bajo la fachada de organismos internacionales y asociados a la Agenda 2030, intentan infiltrarse en el gobierno con acusaciones y traiciones para silenciarlo.

Este no es un fenómeno aislado. Investigando, confirmé que este modus operandi se repite en todos los países donde alguien intenta romper con el sistema establecido. La Agenda no es algo lejano, en otros continentes o en teorías conspirativas. Está aquí, en Argentina, financiando medios, comprando voluntades (a veces bajo chantaje) y manipulando a políticos y ciudadanos para perpetuar su control.

La Agenda en Acción: Divide y vencerás

No es casualidad que la oposición presente proyectos alineados con la Agenda, como propuestas para censurar redes sociales, un patrón que ya vimos en países como Reino Unido, España, Venezuela o Brasil. ¿Te suena familiar? Es el mismo guion. Cuando el presidente Javier Milei rechazó los lineamientos de la OMS, las voluntades políticas se movilizaron rápidamente. La Agenda subvenciona candidatos en Argentina, y esos favores se los cobrarán cuando sea conveniente.

¿No te parece extraño que, aun sabiendo que perderán, los mismos partidos insistan con los mismos candidatos? La respuesta está en la avaricia del político, que busca poder a cualquier precio. La Agenda lo sabe y lo explota: aunque pierdan elecciones, siempre aseguran alguna banca que votará a su favor cuando sea necesario. Es un “win-win” para ellos, pero una derrota para el pueblo.

Un Ejemplo concreto: Malvinas y la manipulación

En 2024, la embajada británica lanzó el concurso “Conociendo a mis vecinos de las Islas Falkland”. Justo en ese momento, la oposición redescubrió su “patriotismo” y volvió a agitar la causa Malvinas para ganar rédito político. ¿Casualidad? No. Malvinas es una causa nacional indiscutible, pero la Agenda la usa para dividirnos. Mientras el pueblo discute si los “K” son o no patriotas, la Agenda avanza, promoviendo causas “eco” que encubren otros intereses geopolíticos.

No es coincidencia que una de las ganadoras del concurso sea la hija de un referente kirchnerista, ni que esté vinculada a un periodista que ha confirmado públicamente mi acertada descripción de “nefasto, cínico e hipócrita”. ¿Y qué decir de la casualidad de que ese mismo periodista tenga una pareja que escribe libros sobre Malvinas? Ahora, esa misma ganadora del concurso, aparece en medios como TN, cual “erudita” defendiendo al Conicet y causas ecológicas. ¿Lo ves? La ecologista de Malvinas es ahora la ecologista del Conicet. Todo encaja.

Si estás dispuesto a callar abusos por un viaje pagado o a pagar cientos de dólares para caminar por trincheras donde murieron héroes argentinos, las puertas de los medios alineados con la Agenda se abrirán para vos. Es una red que conecta periodistas (algunos inocentes, otros por conveniencia), políticos (los de abajo sin saberlo, los de arriba por interés) y ONGs como “GreenPis”, que intentan frenar cualquier intento de Argentina por salir del subdesarrollo.

La agenda contra la Libertad

Para que nadie pueda malinterpretar lo que digo: amo a quienes cuidan la naturaleza con genuina convicción. Mis antepasados vivían de lo que cosechaban con sus propias manos, y eso me dio una profunda sensibilidad por la tierra de este planeta. A eso también debo sumar que creo en Dios como el Creador de todo: el planeta, las plantas, los animales y nosotros mismos. Para mí, defender la vida es un principio espiritual, no solo político. La libertad no es solo una idea; es una forma de vida.

Sin embargo, en un mundo lleno de “ecologistas de moda”, la Agenda se aprovecha de los inocentes y de los ambiciosos que militan causas nobles sin entender cómo son manipulados. Peor aún, algunos defienden ideas que, sin saberlo, son un suicidio colectivo.


La Agenda, a través de medios y ONGs, es capaz de escribir notas sobre Malvinas, crear concursos para manipular nuestros valores y frenar cualquier intento de explotar nuestros recursos naturales aunque lo hagamos de manera responsable. Ya sea en el mar, en una montaña o en una zona donde se quiere cosechar, todo debe ser frenado por la agenda porque la soberanía alimentaria no es perdonable.
Si una causa noble es tomada como bandera por un partido político agendista, esa causa no será ni ecológica, ni respetuosa, ni humana.
Basta mirar como el “ecologismo” populista español tiró abajo las represas y cerró plantas eléctricas, nucleares y de carbón para entender cómo priorizaron parques eólicos y solares que los dejaron sin tierras para cultivar. Así, inundaron zonas y oscurecieron a su pueblo, no importándole en lo más mínimo la vida de las personas ni cómo afectaron la ecología autoproclamándose los más “eco”. Ahora los medios españoles te presentan como gran curiosidad alimenticia naturista “el polvo de grillos”.
El objetivo de la agenda, acá, es claro: Argentina no debe ser libre ni próspera. Nos quieren condenados a comer grillos adulterados genéticamente y a seguir los dictados de sus intereses económicos, políticos, físicos, mentales y espirituales para controlarnos, como la agenda ya hizo, exitosamente, en otros países.

Esto no es sobre partidos, es sobre la vida

Esto no es una cuestión de “K” contra “anti-K” o de “ecologistas” contra “petroleros”. Es una lucha por la vida, por tus hijos libres, por la luz del Creador contra la oscuridad que usa a políticos y medios para engañar al pueblo. Si pensás que exagero, mirá lo que pasa en Inglaterra, donde el gobierno reprime a sus propios ciudadanos mientras el islam avanza -violando y matando- sin preguntar a quién votaste.

Votar por agendistas disfrazados de k, peronistas, socialistas, zurdos, progresistas o cualquier otra etiqueta es condenar a tus seres queridos a un futuro de opresión.

En algunos países las personas ya no puede escribir esto que escribo y estás leyendo.
Argentina es luz, y mientras uno de nosotros defienda la vida y la libertad, no habrán ganado.

Desacreditar a quienes hablamos de esto es parte de su estrategia, pero como alguien dijo alguna vez: “Si no soy yo, ¿quién? Si no es ahora, ¿cuándo?”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Copy link