El finde pasado fui a mi casa, en Entre Ríos, como hago una o dos veces al año. Y como es habitual desde que el nogal de casa empezó a dar frutos, me traje un montón de nueces pecán. Un poco peladas con ayuda de mi vieja, y otro montón por pelar.
Como ella es quien las junta y las va acumulando hasta que voy, no le gusta que las use en los rellenos de las pastas que vendo, porque son un regalo personal de su parte, así que para honrar ese sentimiento y el gesto la primera cosa en la que decidí usarlas es en una clásica genoise de nueces, que no es más que un bizcocho batido, súper esponjoso, que admite muchísimo líquido porque absorbe como esponja y va bien con todo tipo de rellenos, desde batidos ligeros hasta cremas densas.
Y acá te regalo la receta:

En ingredientes vas a necesitar:

  • 4 huevos
  • 15g de aceite neutro o 10g de manteca fundida
  • 150g de azúcar
  • 120g de nueces molidas (grosor al gusto)
  • 120g de harina 0000
  • 4g de polvo de hornear
  • 1g de sal

En elementos:

  • Balanza de cocina (indispensable para hacer pastelería)
  • Dos bols medianos o grandes.
  • Papel manteca, o enharinado (aceite/manteca + harina)
  • Molde circular o cuadrado de 18cm de diámetro o lado
  • Batidora (puede hacerse a mano, pero te vas a cansar)
  • Una espátula.

A este lo rellené con dulce de leche mezclado con trocitos más gruesos. Para eso corté la genoise de nueces en 3 discos y humedecí cada capa con almíbar de ananá (gusto personal, lo hace menos pesado al paladar). Y lo decoré con dulce de leche y nueces picadas un poco más groseramente. Este paso es opcional, podés usarlo así nomás porque es excelente como bizcochuelo de nuez matero y es imbatible para cualquier momento u ocasión.

Probalo y creeme que es muy posible que hagas llorar a alguien de la emoción, porque es un sabor de infancia tan cálido que reconforta hasta el comensal más harto de vivir.

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