Las serpientes de cascabel
Las serpientes de cascabel no son agresivas y no atacan a los humanos a menos que se las provoque o se las moleste. Es más, hasta podríamos decir que son de las serpientes más tímidas.
La violencia de una serpiente de cascabel siempre es en modo defensivo. Porque, claro, si las amenazás, te van a atacar, te morderán y ese veneno es letal.
Cada vez que una serpiente de cascabel evoluciona, muda la piel. En ese proceso, suma un anillo o segmento al cascabel en su cola.
Si cortaras el cascabel de una serpiente a la mitad, encontrarías que cada segmento se prolonga y se encastra en el siguiente.
Crece a medida que evoluciona.
Las piezas internas del cascabel están sueltas, libres, pero unidas. De manera que, cuando la serpiente de cascabel es amenazada, sin importar de qué segmento hablemos, todas las partes del cascabel, se unen y vibran en perfecta sintonía para decir: “no me pises” o mejor dicho “no te metas conmigo”.
Cada uno de esos segmentos, por separado, sería incapaz de producir sonido, pero el sonido de todos los segmentos juntos es lo que hace que las amenazas se alejen.
Si una persona no se aparta del camino de una serpiente de cascabel y encima, osa molestar, es muy probable que la pase muy mal por irrespetuoso.
En Argentina, para situaciones políticamente similares, también se grita: “¡Viva la libertad, carajo!”
