Bibas no vivas
Yo viví el asombro de ser vida, permitiendo que la vida se expandiera en mí.
Yo tuve un niño en mi panza. Tuve un embarazo amado.
Yo vi a un ser humano darse vuelta solo por primera vez, lo vi pararse por primera vez, caminar y caerse por primera vez, comer una frutilla por primera vez, encastrar dos piezas por primera vez, dibujar por primera vez. Yo se de los ojos que por primera vez ven un desparramo, un de enchastre y ríen a carcajadas.
Vi tanto universo creciendo frente a mí… Vi tanto milagro de vida frente a mí…
Tuve la inmensa fortuna de atestiguar el crecimiento de un alma, desde unos pocos centímetros hasta la imponente niñez que tiene actualmente.
Recuerdo a la persona que yo era antes de ser madre, y son tan pocas las cosas que perduran… Ese milagro de vida me ha cambiado tanto, pero tanto, tanto, que ahora me doy cuenta de que tenían razón los que decían: “Hasta que no tengas un hijo, no te das cuenta.”
Recuerdo que me enojaba porque veía esa idea como la soberbia de alguien que presumía. Recuerdo que me enojaba porque veía esa idea como la soberbia de alguien que presumía. Ahora la pienso y la comprendo desde un lugar de agradecimiento. Es cierto: hay actualizaciones del sistema operativo que no te bajan a menos que pases por la experiencia sobrehumana de ser madre.
A veces leo comentarios y digo: “Esta persona, claramente, no tiene hijos.” Sí, justificar la tontería con falta de experiencia a veces me consuela.
Dicho esto, no puedo imaginar—no entra en mi alma—la idea de que hombres armados irrumpan en mi casa y maten a mi familia por mi fe. No puedo imaginar el terror sentido. La inmensidad del mal que hay que tener para festejar esas muertes… No puedo explicar la inmensidad del dolor que siento al ejercer mi empatía humana frente a esto.
No hay palabra en español que pueda describir lo que siento al leer a un zurdo relativizar y justificar la muerte de dos niños. No hay enfermedad del alma más grande que cosificar el cuerpo sin vida de un ser humano tan pequeño y asesinado.
Sin importar en qué Dios crean o de qué Dios descrean, no tienen perdón de los vivos, y no tendrán perdón divino. Cada vez que defiendan asesinos, sin importar sus religiones, sepan que el mal les volverá multiplicado
Ser Diputada Nacional te permite negar la muerte de bebés y militar asesinos sin que te pase absolutamente NADA https://t.co/KidjWBTeJ4
— Potus Amarillo (@PotusAmarillo) February 21, 2025
Lo que esta diputada haciéndose la viva defiende es esto:
🚨🇵🇸 Terroristas de Hamás: “Nuestro problema no es sólo Palestina, nuestra misión es matar a todos los infieles. Seguiremos a los judíos y cristianos por todo el mundo. ¡O se convierten al Islam o los mataremos!”.
— Capitán Bitcoin (@CapitanBitcoin) February 19, 2025
¿Ahora entiendes lo del muro de Egipto? pic.twitter.com/fsWrdEDiTU