Salí a caminar después de almorzar. Como buena planta que soy, siempre busco pasar tiempo con mi gente, así que me fui para el Botánico.
En esos verdes andaba pensando yo cuando me encontré con unos cuantos “objetos contundentes”.
Sí, había unos cuatro o cinco guardias de tránsito.
La escena de la peli se veía más o menos así porque eran las 3 de la tarde:


Seguro te cruzaste a esta fauna autóctona de CABA muchas veces.
Obviamente, nadie quiere borrachos al volante matando gente, por lo que uno suele pensar: “Qué bueno, un control de alcoholemia”.

Y aquí hagamos una pausa.
Como a mis lectores les gustan los datos, fíjense qué curiosos estos números:

-Del 2016 al 2022, aumentaron los controles un 117 % (de 119.772 a 331.986). Pero los resultados positivos disminuyeron del 3,3 % al 1,5 %.
En el 2022, Manuela López Menéndez, secretaria de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad, dijo que hicieron 1.000 controles de alcoholemia y detectaron 15 conductores positivos. Repito: 15 de 1.000 (o sea, 1,5 %).

Si profundizamos en las estadísticas, podemos ver que subieron los controles, pero los casos positivos no hacen más que bajar.
Es más, hasta en una nota a TN, una agente de tránsito explicó que “a lo largo de una década de controles, la tasa de positivos bajó del 3,5 % al 1,2 %”.
Y la Secretaría de Transporte y Obras Públicas de la Ciudad de Buenos Aires informó que, desde 2016 hasta noviembre de 2023, los controles de alcoholemia se incrementaron en más del 200 %.

En la última Navidad de 2024, se llevaron a cabo 8.726 controles con un porcentaje de positivos del 0,8%.
Como no soy buena en matemáticas, fui a la calculadora, y ese 0,8 % representa que 69 personas dieron positivo en alcohol.
Repito: en Navidad, solo 69 dieron positivo.

Dicho sea de paso, según el Observatorio de Movilidad y Seguridad Vial, en 2022, la Ciudad de Buenos Aires tenía poco más de 500 mil autos, 26 mil camionetas y 46 mil motos.

Hasta este punto, uno puede decir que aumentar los controles de alcoholemia hizo bajar la cantidad de alcohólicos al volante.
Obviamente, esas estadísticas de grandes logros no hablan de las apps que ahora te ayudan a esquivar los controles…

Pero sigamos.
Como te dije, salí a caminar y, en esos verdes, andaba pensando yo cuando me encontré con unos cuantos objetos contundentes. La escena era increíble:
La camioneta estaba estacionada y con el motor encendido. Los conos estaban puestos, las balizas encendidas, mientras un agente regordete estaba sentado en el borde de una pared. Otros dos estaban fumando, escondidos detrás de un árbol. Y otra, que creo yo hacía de “campana”, estaba parada mirando el celular (aclaro que no es la de la foto de arriba, pero llevaba un outfit similar).
Obviamente, nadie detenía ningún auto.

Y yo sé que a la Juventud PRO no le molesta en absoluto ver choreo en la ciudad. Y sé que a los miles de “objetos contundentes” entongados en el asunto tampoco:

Pero a mí… ¡ay! A mí sí, me jode muchísimo que me ROBEN.
Así que llegué a casa y me puse a revolver macetas.

Y fíjate qué interesante: encontré una licitación llamada “Servicio de Provisión y Mantenimiento de Elementos de Seguridad y Señalización Vial para Puestos de Control en la Vía Pública”.
Dice el pliego que su finalidad es “AUMENTAR la cantidad de controles en puestos de control en la vía pública”.

🤔 Me pregunto si mis lectores recordarán que BAJARON los positivos en alcohol a menos del 1,5 % (de los que detienen).

Resulta “necesario” —dice el pliego— adquirir conos de señalización, carteles de señalización y máxima velocidad, balizas, bastones luminosos, vallas, banners, carteles y accesorios.

Si. Leíste bien: mil millones de pesos para lo conitos y otras yerbas ( 1 millón de dólares, para que nos entendamos)

La descripción exacta de los elementos a comprar por la módica suma de MIL MILLONES de pesos es:

Entonces, yo pregunto: ¿Es realmente necesario gastar hasta en pilas recargables, sueldos, conitos y toda la escenografía? ¿Es realmente necesario?

Al final, nos encontramos con una contradicción: Mientras el alcalde te habla de que baja gastos, los munipas fuman detrás de los árboles, CABA es una verdadera mugre insegura. Y se invierten mil millones de pesos en aumentar los controles de alcoholemia, pese a que los casos positivos siguen disminuyendo.
Repito MIL MILLONES de pesos para AUMENTAR los controles de los alcohólicos que están BAJANDO.

¿Es necesario gastar tanto en “escenografía” cuando las estadísticas no justifican la inversión?
Quizás sea hora de replantear las prioridades y dejar de derrochar recursos en medidas superficiales.
Lo que realmente importa no es aumentar los gastos para justificar puestos y ganar votos.
Es cambiar las causas profundas de lo que nos afecta, la inseguridad y la ineficiencia.

Y antes de que vengan los “defensores negadores” de siempre a hablarme de muertes por tránsito,
les dejo dos puntos:
A. Los medios entongados son expertos en propagar ideas sensacionalistas para cubrir los tongos de quién les paga pauta, y
B. El informe de Siniestralidad vial actualizado a octubre de 2024 da estos números:

Que el lector saque sus propias conclusiones.
La mía es muy básica: PRO nunca más en CABA.

🪴Fuentes consultadas:
-Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares y Movilidad.
-Censo 2022.
-IndecBA
-Portal de Compras CABA.
-Informe de siniestralidad vial fatal 2023 .
-Informe de siniestralidad vial actualizados a octubre 2024.
-Datos estadísticos del Observatorio de movilidad y Seguridad Vial.

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