Diana Mondino nos representará en Cancillería

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La diferencia entre una persona que apoya ideas y un fanático político creo yo, es la autocrítica…

La diferencia entre una persona que apoya ideas y un fanático político, creo yo, es la autocrítica. En este país, es más fácil caer en la adoración cuasi religiosa por las personas públicas que encontrar a un argentino capaz de decir: “No sé”. No soy fanática de nadie; pero reconozco que me siento sumamente atraída por las personas más inteligentes que yo; de las que puedo aprender.

Cuando escuché el nombre “Diana Mondino” mencionado por Javier Milei, fui a buscar quién era.
Obviamente, como ignorante que soy del mundo empresarial, no la conocía. Quedé absolutamente fascinada al escucharla a hablar. Aún hoy, espero sus entrevistas como quien espera el último capítulo de Juego de tronos.
Es que de todas las personas que hoy están en política, ella y Victoria Villarruel me parecen de una lucidez exquisita. Siento que hablan para toda la Argentina, usando palabras que cualquiera puede entender y ese “detalle” las vuelve muy valiosas para la patria, en estos tiempos de tanta confusión.

Diana, desde mi pequeño mundo de ignorancia, es un remanso de conocimiento claro. No lo digo desde el lado de fanática —que falta muy poco para que lo sea 😁—, lo digo desde el lado del agradecimiento. En un país donde decir muchas palabras para no decir nada es sinónimo de “Mujer inteligente” y hemos llegado a escuchar a una ladrona ser tomada como un ejemplo de oratoria, siento que Diana Mondino es para las mujeres un verdadero faro de éxito, inteligencia e integridad empresarial.

Una mujer exitosa por el fruto de su propio trabajo; una mujer que habla de su familia y nos hace sentir que es su tesoro más grande y no una mafia que la sigue; una mujer como Diana Mondino, que es un ejemplo para las más jóvenes, no puede ser otra cosa más que un verdadero orgullo nacional.

Elevamos a la categoría de “ídolos” a jugadores de fútbol. Llamamos “ídolos” a cantantes a quienes mi gata les gana en afinación. Elevamos a la categoría de “ídolas” a chicas de proporciones físicas socialmente aceptables, pero incapaces de saber cuánto es 2 + 2 o que podrían jurar que Benedetti es una estación de subte. Así que, en medio de tantos ídolos de cartón, que el mundo me permita a mí, hacer justicia por Diana Mondino; la ÍDOLA de esta entrevista:

Conclusión: al frente de nuestra Cancillería no tendremos a un «hijo de» sino a alguien que claramente está más que preparada para esa función. Dicho sea de paso, desde ahora (año 2023) lo afirmo sin vergüenza: Diana Mondino tiene mi voto incondicional si algún día se postula a Presidente de esta Nación.

Nota al pie: Ver más de El equipo de Milei”

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