Los planeros de la información.
En un programa que ves en la televisión hay publicidad.
Esa publicidad es pagada por las empresas al programa/canal.
Ese canal usa esa el dinero que recibe de la publicidad para mantenerse, -además de otros tongos que puedan tener relacionado con la información-, obviamente. Porque claro, la información es todo un negocio.
De hecho, quien recibe información puede intercambiarla por favores. Y vaya si periodista y políticos saben de esas cosas.
Incluso, ser amigo del productor o del conductor, puede abrirte la puerta en el canal para poner tu publicidad y posicionar mejor tu marca, obviamente pagando “el peaje” correspondiente.
Vamos!, que si se trata de vivir de otros así como tenemos planeros del estado, también tenemos planeros de la información.
Pero volviendo al tema de la publicidad, como te decía, los programas y los canales cobran por ella. Viven de ella.
Los que no cobran son los tuiteros que usan mi contenido (bueno, al menos los tuiteros bien intencionados y comunes, porque en este antro también, tenemos personas cobrando por crear contenido robado de otros).
Si, algunos no me citan por colgados, otros no me citan intencionalmente, no sea cosa que mi cuenta crezca.
Pero en lo que respeta al ambiente de X, casi casi que ya lo tengo superado gracias a mis marquitas de agua y a ser clara con mis lectores: “No te cuenta nada citar a Potus”
Lo que si no tengo superado en absoluto y nunca jamás lo tendré, es que un periodista de un canal use mi contenido en sus redes / programa, sin citarme.
¿Sabés por qué? Porque no solo está robando mi contenido sino que está lucrando con él.
Recibirá dinero por hablar de mi contenido directa o indirectamente.
Tienen las herramientas, la gente, el equipo y todo para crear recortes, pero vienen a X como piratas del contenido.
Sí, los que usan contenido de X en sus programas cobran la publicidad que yo NO cobro. Ni yo ni otros creadores de contenido que son a diario atacados por las pirañas de la información.
Y lo peor es que lo hacen, en muchos casos, sin citar la fuente. Porque claro, no sea cosa que nuestras cuentas crezcan.
Eso nomás, que a los periodistas que me leen y no me siguen y que además, usan mi contenido para verter sus opiniones lucrando en el camino, les deseo que tengan un bellísimo día.
Todo vuelve en la vida.
Todo vuelve.