De Jubilaciones y estafas

Veo mucha casta rasgándose las vestiduras levantando de nuevo la banderita de “yo defiendo jubilados”.
Se tiran con porcentajes y con quién vetó qué, porque claro, en Argentina, se hizo una ley copiándose de otro sistema y ahí nació este problema. Con el transcurrir de los años le fueron poniendo parches a esa copia, DNU´s y más parches para ir quedando bien con los jubilados y así garronear votos.
NADIE, ningún presidente ha ayudado verdaderamente para que los jubilados no pierdan. ¿Por qué? porque las jubilaciones son una estafa.
Es un sistema de estafa donde los trabajadores de hoy aportan para pagarle a los jubilados de hoy, con la promesa de qué cuando se jubilen, otros pagarán para ellos.

En Argentina con la cantidad de planeros que tenemos, con la cantidad de jubilados que se sumaron (que jamás aportaron) y con la cantidad de medidas económicas que no ayudan a que se generen nuevos puestos de trabajo; sucede que tenemos muy poquitos trabajadores, para mantener a muchísimos jubilados. Y no hablemos de que lo poco que ha entrado se lo han robado varias veces.

¿Qué hicieron los gobiernos hasta ahora?, por un lado imprimieron papelitos para darle a los jubilados (ya sabemos lo que pasa cuando se imprimen billetes con la inflación) Otros, inventaron nuevos impuestos para que a los trabajadores se les saque más dinero y así poder sumar billetes para las jubilaciones.
Nada de eso funciona.
Nada de eso funcionará jamás.

No es una cuestión de qué porcentaje se da o si se les aumenta mensual o trimestralmente. Ni siquiera es un tema de fórmulas. Lo que está mal es TODO el sistema de jubilaciones.

El sistema de jubilaciones lo inventó el Canciller Bismarck. Sabía que el sistema no era verdaderamente ni público, ni social.
El día de la votación un liberal le dijo: “Señor Canciller, ¿es usted consciente de que si sale adelante este proyecto de ley, va a hacer dependiente a todo el pueblo alemán de por vida del Estado?”
El Canciller Bismarck respondió: “Ese es, precisamente, mi objetivo”.
Porque claro, cuando les damos nuestro sueldo al Estado para que nos lo devuelva cuando lo necesitemos, nos transformamos en rehenes de sus decisiones.
Nuestro dinero es nuestro, no puede ser del Estado porque donde se mete el estado, como ya sabemos, solo puede hacer daño.

Como escribió mi querido @NoMePisesAR
quien me compartió este video explicativo: “En ese intercambio de palabras se puede resumir el esquema fraudulento, piramidal e inmoral del sistema de jubilaciones y pensiones del Estado vigente en TODO EL MUNDO.”

Nos tienen discutiendo de fórmulas de movilidad, cuando lo que deberíamos estar discutiendo es cuál podría ser el mejor sistema de jubilación, para todos los argentinos.

La batalla cultural que planteó @JMilei tiene mucho que ver con autoeducarse y no comer buzones.

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