Sobre el muro de la escasez

Veo que ciertas personas critican a Javier Milei
porque en una semana tuvo encuentros con representantes de dos distintas religiones. Sí lo sé, nada les viene bien de un presidente que tiene que ser representante de todas las religiones de su pueblo.
Para mí, Papá Dios no tiene que ver con ninguna religión del hombre, pero aún así, me emocionó el abrazo del Papa y Javier porque el Sr. Potus se emocionó al verlo y la emoción de otro argentino no me pasa desapercibida, como a los que critican.
Y también me emocionó que en un muro que se suele asociar con los pedidos, Javier emocionado fuera a agradecer…

Una vez escuché que la mentalidad de abundancia se desarrolla cuando entendés que el Universo es, por naturaleza, abundante.
Imaginemos dos personas a las que les gusta el dulce y tienen una pequeña torta, y se están peleando para ver quién se come el pedazo más grande.
Esto corresponde a una mentalidad de escasez; es decir, para que yo tenga, vos no tenés que tener.
Esta es la base de la avaricia, no de la ambición, sino de la avaricia. Es decir, para que yo tenga más, vos tenés que tener menos. Esto llega a un punto en el que no hay suficiente para calmar la avaricia.
Entonces, ¿dónde está la mentalidad de abundancia? La mentalidad de abundancia es cuando uno mira alrededor y observa que hay una cocina, que hay todo tipo de ingredientes, que hay todo tipo de aparatos y todo tipo de recetas para hacer las mejores tortas del mundo.
El Universo no es generoso con una mentalidad mezquina.

Cuando un ser humano es incapaz de crear algo por sí mismo porque su esencia es vivir a costa de otros sin producir nada, es imposible que entienda la idea de abundancia. Quien solo sabe comerle la torta a otros, es imposible que vea más allá de la escasa torta que tiene enfrente.

Un presidente, un gobernador, un diputado, un senador, un sindicalista, un referente de organizaciones sociales cuya mentalidad se basa en la escasez para perpetuarse, no podrá generar jamás ideas que realmente sirvan para todos, que sean superadoras y que sobrevivan por ser buenas al paso del tiempo.

En Argentina hacen proselitismo de la escasez, promueven y difunden la idea de la escasez como una forma de manipular o influir en el pueblo, especialmente con fines políticos o sociales. Enfatizan la falta de recursos, oportunidades o bienes como estrategia para obtener apoyo o justificar ciertas acciones como crear un fondo fiduciario.
Su estrategia siempre es a la misma: crear una mentalidad de carencia o limitación en las personas para mantener o consolidar ciertos intereses y poder.

Quien siga y apoye a personas como estas, con mentalidad de escasez, correrá con la misma suerte: Una vida amarga, resentida, donde no existirá la responsabilidad sino los culpables; una vida de pelea constante contra todo porque verá problemas en todas partes, no una vida que sea búsqueda de soluciones para resolver situaciones que se presentan. Una vida incapaz de sentir empatía por el otro. Una vida que necesite justificar su existencia criticando incluso, un abrazo emocionado.

Muchos creen estar enojados pero no es enojo lo que tienen, es miedo.
Porque las ideas de Libres ven el mundo desde el agradecimiento de la abundancia.
En un mundo libre, no hay lugar para hacer proselitismo de la escasez.

La Argentina, desde mi humilde visión, se merece comenzar a pensar que no es como nos lo contaron: tenemos recursos para hacer tortas, tenemos gran talento de pasteleros y tenemos además un mundo entero y abundante, que espera nuestras creaciones.

Es cierto, se comieron toda la torta, pero nosotros no somos los escasos.

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